Mad Men y sus personajes femeninos


Me gusta Mad Men.

No es el tipo de serie que engancha por su intriga desde el primer capítulo. Es más bien una serie que va creciendo en cada capítulo y te va dejando cierto regusto amargo mezclado con inquietud.

En algún lugar leí (no recuerdo dónde) que la serie había sido criticada por mostrar actitudes machistas, como si eso la convirtiera de inmediato en una serie machista.

Yo no creo que sea machista, al menos no más machista que la industria cinematográfica americana, donde las actrices tienen sus días contados cuando empiezan a cumplir años, pero ese es otro tema.

La serie muestra un machismo claro, rotundo, contundente y absolutamente crudo. Tan sólo muestra la realidad de una época, los años  60, en un entorno social muy definido: la alta burguesía.

Creo que la serie tiene muchas virtudes, tanto en contenido como en continente, pero me voy a centrar en algo que me gusta especialmente: el tratamiento de los personajes femeninos.

Las mujeres adquieren, en esta serie, gran protagonismo. Gran parte de la trama se centra en ellas y creo que muestran muy bien diferentes tipos de mujeres intentando encontrar su lugar en un mundo de hombres.

Nos centraremos en los tres personajes femeninos principales. Tres mujeres muy diferentes, pero igual de apasionantes.


Betty Daper: De una belleza elegante muy del estilo de las mujeres de Hitchcock, esta mujer encarna a la perfecta esposa. Perfectamente arreglada e impecable de la mañana a la noche, inteligente, con buena conversación, elegante y con clase, resulta la acompañante ideal para las cenas de negocios de su marido, y una excelente anfitriona. A pesar de tener todo lo que “una mujer puede desear” (una familia modelo de la que ocuparse, un marido guapo y de éxito, una bonita casa con sirvienta, bonita ropa, etc) vemos desde el inicio de la serie que no está bien. Tiene síntomas extraños (vamos, que la pobre está frustradísima en su perfecta vida de ama de casa) y empieza a acudir a un psicólogo, al que su marido llama por teléfono tras cada consulta para saber de su estado, como si de una niña se tratara. El personaje evoluciona y tiene momentos grandiosos en los que parece que se ha vuelto loca.



Joan Holloway: Es una belleza exuberante, lo sabe y lo explota. Con su preciosa melena roja, su piel aterciopelada y sus curvas, es la sensualidad personificada. Conoce bien las reglas del juego y, aunque tiene un buen puesto en la empresa (es la jefa de las secretarias) sabe perfectamente como funcionan las cosas. Sabe torear a los hombres de su entorno con una facilidad pasmosa, conoce sus puntos débiles y sabe cuando y cómo tocarlos. En ocasiones puede dar una imagen de mujer fría y calculadora, pero es tan sólo una superviviente.



Peggy Olson: Si los dos personajes anteriores se caracterizan por una belleza evidente, en este caso es más bien todo lo contrario. Peggy no es la típica mujer guapa, y aunque muchas veces recibe muchas burlas de sus compañeros de oficina, es mucho más agraciada que algunos de ellos. Es un personaje que evoluciona y sorprende a partes iguales. Si empieza pareciendo una jovencita inocente, insegura y tonta, enseguida nos demuestra que sabe arreglárselas solas, que es capaz de sacar su peor carácter hasta la crueldad y que no va a dejar que nada se interponga en su camino. Encarna a la mujer que asciende, la que consigue ocupar un puesto de responsabilidad donde no hay ninguna otra mujer, la que trabaja codo a codo con los hombres, la que tiene que luchar cada día para que la tomen en serio y la traten con respeto.

La verdad que si tuviera que elegir cuál de ellas es mi favorita, no sabría cual elegir. Cada personaje es interesante a su estilo, y con todas llegas a empatizar. En general, empatizo también con muchos de los personajes masculinos de la serie, aunque tengan en bastantes ocasiones actitudes indeseables, pero eso, tal vez, en otro post.

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4 comentarios:

  1. No sigo la serie, pero me quedo con Betty. Tengo cierta predilección por los locos.

    Cúrrate una ilustración de las tres señoras, que seguro que te queda ideal!

    Un beso grande.

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    1. Jejeje... en realidad la mujer no es que esté loca, es que está hasta los mismísimos de tanta casa, tanto niño y tanta perfección.

      Anoche mientras escribía el post se me ocurrió hacer una ilustración, pero no me dió tiempo de hacerla para acompañar el post. De todos modos, me pongo a ello, que creo que pueden quedar graciosas ;)

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  2. Yo me quedo con Joan! Ya quisiera yo tener esas curvas y ese buen gusto para vestir e ir siempre perfecta! Además, es que es más lista la tía, se las sabe todas <3

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  3. La verdad que Joan es un personaje muy magnético.

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