San Valentín es una celebración que siempre me ha sido ajena.
No porque sea reacia a las celebraciones. Me encantan las fiestas navideñas y
siempre procuro celebrar con mis padres sus respectivos días, y se que a ellos
les hace ilusión. Son celebraciones que he vivido desde niña, de las que guardo
bonitos recuerdos. Cuando llegaba el día de la madre o el día del padre siempre
hacíamos manualidades chulísimas en la escuela como regalo, incluso cuando
dejamos de hacerlas porque ya éramos “mayores”, yo seguí inventando y
elaborando sus regalos con mis manitas por mi cuenta.
Sin embargo, según mi punto de vista, San Valentín no es una
fiesta para niños, a pesar de que en Disney Chanel no lo consideren así. Los
niños no deberían estarse preocupando por cuestiones como estar enamorado o
tener pareja. Tal vez nuestros niños de hoy tengan esta celebración más
presente gracias a la cantidad de estímulos que recibirán gracias a los medios
y la publicidad. Sin embargo, para los niños de mi generación, lo normal es que
esa fecha no tuviera ningún significado para nosotros.
Por si fuera poco, la mayor parte de mi vida adulta he
estado soltera y he soportado estoicamente la presión social que eso supone. Si
cualquier día normal recibimos miles de mensajes que nos harán pensar que el
estado normal de la persona adulta es estar emparejada, el 14 de Febrero esta
idea se multiplica. Es más, si ese día no te sientes triste y deprimida por no
tener pareja es que no tienes corazón y eres demasiado dura y/o pasota. Seguro
que muchas (y muchos) sabéis muy bien de que estoy hablando.
Si aun sintiéndote como pez en el agua con tu soltería, el día
de San Valentín te sientes un bicho raro, si estás en un momento en que te
gustaría tener pareja, puede ser un poco duro tanta proliferación de corazones,
flores y demostraciones de amor por doquier. Sin embargo, a veces parecemos
olvidar que el amor es mucho más que el amor de pareja (aunque muchos no
opinaran igual). ¿No es amor lo que sientes por tus padres? ¿No es amor lo que
sientes por tus hijos? ¿Y por esos amigos que se han convertido en parte de tu
familia?
Así que hoy, día de San Valentín, y aunque esta celebración
corresponda a los enamorados, voy a permitirme la licencia de desear un feliz día
a todos aquellos que saben entregar su corazón aunque no tengan pareja, a
quienes han aprendido a amarse a sí mismos y no necesitan tener pareja para
sentirse seguros, y por supuesto, también a los enamorados que mantienen relaciones
bonitas y enriquecedoras.
Y como el amor es para todos, os quiero regalar esta
tarjetita de homenaje al amor, universal y con mayúsculas. Puede servir para
tener un detalle no sólo con tu pareja, sino con cualquier otra persona que sea
importante en tu vida. Sólo necesitas imprimir la imagen en cartulina,
recortarla, doblarla, y escribir en ella un bonito mensaje.
Por último, contadme, ¿celebráis San Valentín? ¿Eres
soltera/o y te sientes un bicho raro en días como este? En caso de celebrarlo,
¿cómo ha sido?
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si te ha hecho reflexionar, si crees que conoces a alguien a quien le pueda
gustar, y si te ha gustado el regalito, ¡no olvides compartirlo!