Hace tiempo pasé un año viviendo en Amsterdam. En mi vida había pasado tanto frío,
y en mi vida había recibido la llegada de la primavera con tanta alegría e ilusión.
Con los primeros días Soleados, la gente llenaba los parques como si de una fiesta se tratara.
Sacaban los sillones a la calle, para tomar vino rosado bajo el sol.
Con los primeros rayos de Sol primaveral la gente canturreaba en sus bicicletas,
las mismas personas que días atrás casi gruñían al tener que parar en los semáforos.
En esa alegría está inspirada esta ilustración:
¡Qué fuerte me parece! Recuerdo con cariño aquel año (fue una buena hornada de gente pasando por Amsterdam :-)).
ResponderEliminarSe os echa de menos por aquí :-))
Me encantan tus productos: a ver si podemos difundirlos un poquito.
Un saludo.
iiQué grata sorpresa Paquito!! Desde luego para mi fue un año especial, ¡Lo recuerdo con muchísimo cariño yo también! A veces me entra nostalgia pero entonces recuerdo el frío invierno, y se me quita.
ResponderEliminarGracias por pasarte por aquí, y por la difusión.
Ojalá no tarde mucho en poder hacer una visítela por esas tierras.
Un abrazo.