Cuando alguien se inicia en el arte del lápiz y el pincel, lo más habitual es que empiece copiando a los maestros.
Yo me inicié de niña, y recuerdo que uno de los primeros pintores que copié fue Botticelli. En un libro de arte que descansaba en una de las estanterías de mi casa, cuyas imágenes observaba maravillada, aparecía “El nacimiento de Venus” con una foto detalle del rostro delicado de la Venus pelirroja de cabellos al viento.
Decidí coger lápiz y papel y tratar de plasmar aquella belleza. El resultado fue bastante satisfactorio, y mi versión a lápiz de la Venus de Botticelli pasó a formar parte de la decoración de mi habitación.
Varias décadas después, mis manos volvieron a trazar aquellos cabellos cobrizos, y esta vez incluyendo los medios digitales, realizaron una nueva versión de la diosa.
La ilustración terminó decorando una de mis libretas encuadernadas artesanalmente .
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